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Estadio para las competiciones durante los festivales |
El santuario de Dodona reposa a los pies de una línea de colinas al este del monte Tomaros, en el valle del mismo nombre. Viajeros del siglo XVIII buscaron este lugar nombrado en la antigua tradición literaria griega desde Homero. El sitio no fue identificado hasta 1.832, y no fue excavado hasta 1.875.
Las excavaciones confirmaron la tradicional afirmación de que se trataba del santuario-oráculo más antiguo de Grecia, ya que los inicios del culto se remontan hasta tiempos prehistóricos. Durante el Tercer Milenio a.C. la diosa naturaleza Gaia, madre tierra, asociada al culto a los árboles y a la profecía, fue aquí adorada. Durante el Segundo Milenio a.C. pasó a rendirse culto en el lugar al dios Zeus, adquiriendo de este modo el poder oracular y convirtiendo a la vieja diosa Gaia en la nueva diosa Dione, transformada en pareja de Zeus. De este modo se unían el poder del cielo (Zeus) con el poder de la tierra (Dione) para otorgar mayor prestigio al lugar.
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Restos del Bouleuterion. Edificio civil que correspondería al salón de Plenos de un Ayuntamiento |
En el siglo IV a.C. Dodona pasó a manos de la tribu más poderosa del Épiro: los molosos, y es cuando comienzan a construirse los primeros edificios de los que se tiene referencia. Sin embargo, su periodo de esplendor lo vivió durante el reinado del famoso Pirro, rey de Épiro, que la engalanó como parte de su programa de autopropaganda.
Dodona también pasó por periodos difíciles, como la invasión de los etolios, que destruyeron gran parte del santuario, o la de los romanos que casi lo devastaron.
El emperador Augusto, en una sabia campaña de pacificación de los territorios ocupados mediante el respeto por las tradiciones locales, se interesó en su reconstrucción.
Sin embargo, sería otro emperador romano muy posterior, Teodosio I, el que "mataría" al santuario cuando promulgó el Edicto de Tesalónica, que convertiría al cristianismo en la religión oficial del estado y prohibiría todos los cultos paganos.
Su abandono, los bárbaros y los terremotos lo hicieron desaparecer de la historia hasta los tiempos modernos.
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El teatro |
De entre los edificios del santuario, el que más llama actualmente la atención es el teatro, manadado construir por Pirro y en proceso de restauración. Su graderio se apoya en su mayor parte sobre una colina, aunque en su lado izquierdo necesitaron realizar un sustento artificial para conservar su simetría.
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La "casa sagrada" o Templo de Zeus con el nuevo roble |
A pesar de estar dedicado al padre de los dioses, no existió un templo de Zeus hasta el siglo V a.C., ya que se suponía que el dios habitaba en las raices de un roble oracular al que se rendía culto al aire libre. Los sacerdotes pronunciaban las profecías según el sonido del viento en sus hojas y del canto de los pájaros que anidaban en sus ramas. Posteriormente, ya en el siglo VIII, el roble fue rodeado de unos calderos de bronce que multiplicaron los ecos generados y los "efectos especiales".
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Plano de Dodona |
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El templo que se construyó, conocido como "la casa sagrada", era una simple habitación con un patio trasero donde se encontraba el roble. El roble aguantó hasta tiempos de Teodosio I, cuando fue talado para eliminar la afluencia de creyentes. Hoy día hay plantado otro roble en su lugar.
Aunque al santuario podían acudir gentes de toda Grecia, la importancia del oráculo de Apolo en Delfos absorbía a la mayoría de creyentes, por lo que principalmente lo visitaban los geográficamente más próximos. El solicitante escribía su petición en una fina lámina de plomo que posteriormente doblaba y entregaba al sacerdote. Una vez reunidas varias peticiones, se escuchaba la "voz" del roble que contestaba en clave, que era interpretada y escrita en el otro lado de la lámina.
La fortuna hizo que miles de estas placas fueran enterradas por los sacerdotes y encontradas por los arqueólogos, ofreciendo un auténtico tesoro de información.
Sabemos que la mayoría de las consultas eran de negocios o de tipo doméstico, como la conveniencia de invertir en la marina mercante, concertar un matrimonio, quedarse con los hijos de un hermano fallecido, o realizar un viaje en una fecha concreta.
Las respuestas solían ser bastante parcas, a veces concretas pero a menudo ambiguas.
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Restos del Pritaneo, edificio civil residencia de los magistrados |
Para viajeros
Dodona está a solo unos 12 km de Ioannina cogiendo la autovía E90. Una vez que llegamos a la rotonda, hay que tomar la carretera de la izquierda que va al santuario, ya que la de la derecha va al pueblo.
El plano de Dodona está extraido del libro de Constantin Carapanos, "Dodone et ses ruines" 1878.
Fotos de Auxiliadora García y Carlos Thode