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| El púgil sentado |
Junto a la estación Términi se encuentran las termas que el emperador Diocleciano ordenó edificar utilizando mano de obra esclava. Estos baños estuvieron funcionando durante más de dos siglos; hasta que los godos derribaron los acueductos que los abastecían.
Debido a la gran extensión que ocupaban, diferentes secciones del edificio se han utilizado para diversos fines. Una parte se ha dedicado a museo arqueológico conteniendo soberbias piezas como el púgil sentado o el Augusto Póntifex Máximus.
Es una de las obras romanas tardías mejor conservadas de la ciudad.
Planta de las termas según Middleton. "The remains of Ancient Rome" 1892
En el año 1.561, el papa Pio IV quiso realizar un memorial a los esclavos cristianos muertos durante la construcción de las termas, para lo que encargó a Miguel Angel que utilizase una parte del edificio para erigir una basílica.
Como Miguel Angel era un gran admirador del arte clásico, mantuvo la estructura de esa sección de las termas, es decir, la reconstruyó.
Esta genialidad del famoso artista nos permite disfrutar hoy día la visita de unos baños romanos con sus mármoles y su lujo, aunque solo sea de una parte del edificio (la zona de recepción y de los vestuarios).
Evidentemente, esa idea de respetar la estructura original hace que como iglesia, Santa María de los Ángeles tenga una distribución bastante extraña.
La basílica tiene algunas curiosidades más, como que junto al altar mayor llama la atención la escultura de una virgen sentada que sigue el modelo de las matronas romanas; que su benefactor, Pío IV, está enterrado en ella, o que en su suelo se puede ver una meridiana solar para demostrar la exactitud del calendario gregoriano.
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