Según cuenta la leyenda, Remo tuvo dos hijos gemelos, Senio y Ascanio. Cuando su tío Rómulo mato a su hermano por burlarse de él mientras fundaba Roma, ambos gemelos huyeron más allá del Tíber, hacia Etruria, donde fundaron sendas ciudades: Siena y Asciano, poniendo como símbolo de la primera a la loba capitolina en honor a su padre.
A pesar de su antigüedad, lo que más encontraremos en Siena es su pasado medieval, ya que conserva casi el mismo aspecto que tenía entre los siglos XIII y XIV.
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Torre del Mangia y el Palacio Público |
El centro de Siena es la llamada plaza de El Campo, con forma de concha, y que es la sede de la famosa carrera de El Palio; una particular carrera de caballos que se celebra dos veces al año: el 2 de julio y el 16 de agosto. En ella corre un representante de cada uno de los barrios de la ciudad (realmente de diez de los diecisiete existentes en la actualidad), consistiendo en tres vueltas a la plaza en poco más de un minuto a una velocidad frenética no exenta de riesgo. Aunque, quizás, lo más interesante para los turistas sean las horas previas, cuando los vecinos de los barrios marchan hacia la plaza entre cantos y expresiones de júbilo con sus trajes y banderas medievales.
El Palacio Público es la sede del gobierno local. Construido entre los siglos XIII y XIV en estilo gótico alberga un museo de cuadros y frescos. A la izquierda de su fachada se encuentra la Torre del Mangia, del siglo XIV, coronada por un campanario que marca los principales acontecimientos de la ciudad.
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Plaza de El Campo desde la Torre del Mangia |
La Catedral de Santa María Assunta, es uno de los monumentos más personales de Siena. De planta de cruz latina con tres naves, fue construida en una armoniosa combinación de románico y gótico entre los siglos XII y XIV, aunque quedó inconclusa debido a una epidemia de peste.
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Interior de la cúpula de la Catedral |
Si el exterior es sorprendente, el interior es de una riqueza apabullante de obras de arte: las columnas bicolor, los suelos ilustrados con escenas, los frescos de paredes y techos.
En la nave izquierda encontramos una puerta que conduce a la maravillosa Biblioteca Piccolomini, encargada por el cardenal Francesco Piccolomini, que llegaría a papa con el nombre de Pío III.
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Biblioteca Piccolomini |
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Fachada del Baptisterio |
El baptisterio, colindante con la Catedral, contiene soberbios frescos del siglo XV.
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Interior del Baptisterio |
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