Rosh Hanikra
En la frontera entre Israel y Líbano hay unos acantilados blancos de roca caliza donde el mar ha ido esculpiendo con el paso del tiempo un conjunto de cuevas. Estas cuevas solo eran accesibles desde el mar hasta que se construyó un teleférico.
El camino de Rosh Hanikra |
Teleférico al acantilado |
Los ingleses excavaron aquí un túnel en 1968 para hacer pasar el ferrocarril entre Estambul y El Cairo. Por motivos estratégicos el túnel está hoy día cegado. Las cuevas no son realmente nada espectacular, simplemente bonitas. Como están formadas por la acción del mar, no tienen estalactitas ni formaciones geológicas similares. Lo más llamativo es el ruido del agua entrando en la roca. Hay que tener cuidado por que las piedras están mojadas y resbalan.
Interior de Rosh Hanikra |
Beit Shearim
Tras destruir el templo de Jerusalén en el s. I de nuestra Era, los romanos expulsaron a los judíos de la ciudad para evitar nuevas revueltas.
Los hebreos tuvieron que cambiar su costumbre de enterrarse cerca del templo, y adoptaron este lugar, que se convirtió en una gran necrópolis.
Beit Shearim - fachada de uno de los panteones |
Los sarcófagos se encuentran dentro de grandes panteones mayormente excavados en la roca. Algunas fachadas, siguen el modelo de tres puertas típico de las sinagogas antiguas.
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