La Vía Dolorosa
El "Via Crucis" o "Vía Dolorosa" es el camino que atravesó Jesucristo desde el momento en que fue aprehendido por las autoridades hasta su crucifixión y entierro. Originalmente constaba de 14 etapas o estaciones que seguían el relato del Nuevo Testamento, incluyendo encuentros con diversos personajes. El Papa Juan Pablo II las modificó y añadió una decimoquinta. De todas formas el recorrido es una conjetura, ya que en la Biblia no se especifica la localización de varios de los eventos, por lo que se sigue una tradición que se remonta, al menos, al siglo XIV.
Todo el trayecto antiguo se desarrollaba en el interior de la actual Jerusalén amurallada, entre el barrio árabe y el cristiano, aunque actualmente comienza en el Huerto de Los Olivos, al el exterior de la ciudad vieja.
En cada una de las etapas hay alguna iglesia conmemorativa.
Entrada al Santo Sepulcro |
Sin duda alguna, la "estrella" de la Vía Dolorosa es la iglesia del Santo Sepulcro, donde se encuentran las últimas estaciones. El edificio, más que una iglesia parece un conjunto de iglesias y capillas que ha ido transformándose a través del tiempo. Originalmente, aquí había un templo romano, hasta que los bizantinos lo demolieron y construyeron una basílica. Diversas destrucciones y reconstrucciones le han dado su forma actual. En la portada principal se conservan los arcos de la iglesia que edificaron los cruzados sobre las ruinas de la iglesia bizantina destruida por los fatimíes.
Capilla de la Santa Cruz |
La cola de personas de la foto superior es para ver el lugar donde tradicionalmente se colocó la cruz de Cristo. En tiempos de los romanos esta zona quedaba en las afueras de la ciudad.
Piedra del ungimiento |
En la foto superior puede observarse una piedra lisa con varias lámparas sobre ella. Es el lugar, siempre según la tradición, donde el cuerpo de Cristo fue lavado y ungido con aceites antes de ser enterrado. Aunque conseguí sacar la foto sin nadie, generalmente suele haber creyentes arrodillados rezando junto a ella.
Santo Sepulcro |
Este edículo de la izquierda es el Santo Sepulcro que da nombre a la iglesia. El lugar donde la tradición dice que Jesús fue enterrado. Como el espacio en su interior es muy reducido, siempre hay un clérigo controlando la entrada, por lo que solo tienes unos segundos para verlo después de esperar una cola que varía según los días. Nosotros tuvimos suerte y la cola era muy corta el día que lo visitamos, por lo que pude sacar fotos de su interior.
Interior del edículo del Santo Sepulcro |
Puerta del templete |
El templete es de piedra, con decoraciones de tipo ortodoxo y armenio que le dan calidez.
Cúpulas del Santo Sepulcro |
Aunque no se sea creyente, la iglesia del Santo Sepulcro merece ser visitada sin duda alguna. Su aspecto medieval, su riqueza de ambientes, su historia asociada y los numerosos fieles que expresan su sentimiento, exhalan una fuerza que no creo que deje indiferente a nadie. Ves tanto aglomeraciones en lugares clave, como una calma total en otros. Lo mejor es disponer de una mañana para poder disfrutarla; pero como ya sabemos, cuando se va en un viaje organizado no somos dueños de nuestro tiempo aunque estemos de vacaciones.
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