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lunes, 13 de mayo de 2013

Viaje a Turquía 2012 - El templo de Apolo en Dídima


A unos 20 km al sur de Mileto hay un pequeño pueblo que disfruta de uno de los monumentos más impresionantes de la región: el oráculo de Apolo en Dídima, que fue el segundo más famoso del mundo griego tras el oráculo de Delfos.
La referencia más antigua que se tiene de él, es una consulta que realizó el faraón Necao de la dinastía XXVI en el siglo VI a.C. Según la tradición, este faraón empezó a construir un canal que unía el río Nilo con el mar Rojo para que sus barcos pudieran salir directamente a esa ruta comercial, pero durante las obras surgían multitud de dificultades y morían miles de hombres. El faraón envió emisarios a este oráculo para preguntar al dios el porqué de tantas dificultades; la respuesta fue clara: según Apolo, los dioses egipcios no querían la construcción del canal, ya que si permitiría a los barcos salir, también permitiría a los extranjeros entrar en Egipto e invadirlo. Necao interrumpió las obras.

Turquía, Dídima
El enorme templo de Apolo, del que solo se conservan tres columnas en pie (una sin acabar). Poco a poco los arqueólogos alemanes lo van reconstruyendo. Dídima significa “gemelo”, porque Apolo, dios de la luz, el arte y la profecía, era hermano gemelo de la diosa Artemisa.

Miles de peregrinos visitaban el templo cada año buscando respuestas, y dejando cuantiosos regalos; sin embargo el oráculo no consiguió predecir su propia ruina. A principios del siglo V a.C. los persas arrasaron la región, tanto Dídima como Mileto. El oráculo quedó en silencio durante años.

Turquía, Dídima
Las basas de las columnas con dos “escalas” para comprobar sus dimensiones

A finales del s. IV a.C. un tsunami barrió el mundo oriental: Alejandro Magno. Los sacerdotes de Dídima jugaron su baza. Cuando Alejandro estaba en Egipto tras haber conquistado la mitad de oriente, los sacerdotes enviaron emisarios para decir que el dios Apolo de Dídima le enviaba sus respetos como igual y le presagiaba grandes conquistas (eso es lo que se llama apostar sobre seguro). Alejandro lo agradeció con generosos regalos, y el prestigió del oráculo volvió a renacer.

Turquía, Dídima
Las basas están primorosamente talladas con distintos motivos figurativos y vegetales.

Después de la muerte de Alejandro, Seleuco, uno de sus generales, tras hacerse soberano de un imperio de tres millones y medio de kilómetros cuadrados, mimó a Dídima con cuantiosos obsequios. Se inició la construcción de un nuevo templo mucho más grandioso que el anterior, con 120 m de largo por 60 m de ancho y 108 columnas de casi 20 m de alto cada una. Uno de los mejores arquitectos de la época y excelentes escultores trabajaron en él. Se tienen datos de los gastos, de modo que se ha calculado que erigir y tallar una sola de las columnas, habría costado, a los precios actuales, más de un millón de euros. El templo estuvo en construcción durante 200 años, y realmente nunca se terminó del todo. Con el tiempo y el cambio de religión, fue abandonado, y los terremotos hicieron el resto.

Turquía, Dídima
"Interior" del templo

Realmente el interior del templo era un patio al aire libre, ya que en él se encontraba otro templo menor (llamado naiskos) donde el adivino daba las respuestas que los sacerdotes transmitían al exterior donde esperaban los fieles. En este patio había un pozo y un laurel sagrados (Apolo y Artemisa habían nacido debajo de un laurel).

Turquía, Dídima
La gorgona,  patrona de los secretos, se erigía 20 metros por encima del suelo colgada del arquitrabe del templo.
Turquía, Dídima
El lienzo interior del muro derecho

¿y este pedazo de muro?. Aunque parezca mentira, tiene una de las cosas más curiosas que se han encontrado. Corresponde a la parte interna del muro derecho del patio que se ve en la foto del interior. Tras retocarlo con fotoshop, creo que se pueden ver una serie de líneas horizontales paralelas muy finas (allí a simple vista es muy difícil vislumbrarlas). Al principio los arqueólogos alemanes no les dieron importancia, pero luego les sacaron calcos, y fue entonces cuando descubrieron que eran los planos de construcción del propio templo. En la antigüedad, un arquitecto no podía hacer una maqueta y pedirle a los canteros que le hicieran los componentes a una escala mayor. El arquitecto tenía que dibujar los planos a escala 1:1. Aquí están “dibujados” los planos de las columnas con todas las curvas de sus bases y proporciones (recordad el tamaño de las columnas, 20 metros de altura y 2 de espesor). Así que la superficie del muro es un tablero de dibujo con curvas de más de 3 metros de radio hechas con compás. El proceso era el siguiente: se pintaba el muro de rojo, y sobre él se grababan todas las líneas con punzón, con lo que quedaba una delgadísima línea blanca de un par de milímetros de profundidad sobre el entorno rojo. Si el arquitecto se equivocaba solo tenía que “borrar” pintando rojo encima. Cuando el templo se terminaba, las paredes se pulían para obtener todo el brillo de la piedra, con lo que los planos desaparecían... pero afortunadamente este templo estaba sin terminar. Que yo sepa, es el único caso conocido en toda la arquitectura griega.

El monumento se encuentra en la aldea de Didim; y aunque "solo" sea un templo, sin duda merece la pena visitarlo. Al estar cerca de Mileto y de Priene pueden verse los tres lugares en un mismo día, siempre que se salga temprano por la mañana (creo recordar que abren a las 8:00 horas.

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