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viernes, 22 de febrero de 2013

Viaje a Libia 2009 - Trípoli

Trípoli, capital de Libia y una de las tres ciudades de la Tripolitania romana (parte occidental de la costa de Libia) cuando se llamaba Oea, es una ciudad en pleno crecimiento. Es verdaderamente una capital “en vías de desarrollo”, ya que a pesar de estar en plena expansión, da una divertida sensación  de caos urbanístico (divertida para no vivir allí, claro): conjuntos de urbanizaciones nuevas carentes de infraestructura viaria, grandes y moderadamente modernos edificios aislados, un denso tráfico por zonas y áreas históricas en semiruina.

En 2009 era inevitable encontrar carteles de Gadafi por todas partes, principalmente en las cercanías de edificios públicos y en la entrada de las ciudades. Este estaba (supongo que lo habrán quitado a tiros) en el aeropuerto. Por cierto, sobre los aeropuertos hay mucho que contar, y no bueno. Solo hay 3 de uso comercial en toda Libia, un país con el triple de tamaño que España; son pequeños e incómodos porque están previstos para un tránsito escaso, no tienen servicio de megafonía y la información, cuando la dan, se realiza con una persona gritándola; los vuelos internos se retrasan sistemáticamente 2 horas y, si uno tiene suerte, no se cancela por motivos climatológicos, ya que al carecer de sistemas modernos de aterrizaje, una tormenta de arena puede hacer que este sea imposible en el lugar de destino. En un país que carece de servicio ferroviario, la única opción consiste en montarse en un autobús para recorrer varios cientos de kilómetros. Las carreteras de la costa están en buen estado, y dispone de autovías bastante decentes; sin embargo no puede decirse lo mismo del interior (más del 90% del país), donde la mayoría son estrechas y con numerosos baches, aunque parece que poco a poco las están mejorando. Para la velocidad de los desplazamientos no ayudan la cantidad de controles policiales existentes. Por si fuera poco, al anochecer está prohibido desplazar turistas entre poblaciones.

La Plaza Verde es la principal plaza de Trípoli. Su nombre no es por las palmeras, sino por la bandera de Libia, que es verde. Es donde se realizaban los discursos de Gadafi. La enorme cantidad de coches aparcados le quita cualquier encanto que pudiera tener.





Mezquita Karamanli





Algunas vistas de la antigua Medina

Trípoli nació a orillas del mar, por lo que su medina está junto al puerto. Aquí convivieron árabes, bereberes, judíos, turcos e italianos. Hoy se encuentra bastante degradada, con calles sin encerar ni asfaltar, edificios ruinosos y sensación de dejadez en su mayor parte. Sin embargo, sigue mereciendo la pena visitarla, ya que se siente el ambiente de una medina tradicional.

No, no es la Semana Santa de España. Esta foto es para ilustrar la situación femenina en Libia. Creo que sobran los comentarios.











Estas cajas las compran los novios, las llenan de regalos y las llevan a la casa de la novia, donde se enseñarán con orgullo a los invitados de la boda.

Joyas para las bodas. Es una lástima porque en la foto no se aprecia la finura del trabajo. Son verdaderas obras de artesanía, aunque demasiado vistosas para los occidentales.










Interior de la mezquita Gurgi en la Medina
Este arco, erigido en honor del emperador romano Marco Aurelio, es lo único que queda de la antigua Oea

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