Paises


miércoles, 20 de marzo de 2013

Viaje a Israel 2010 - Jerusalen


Jerusalén


Ciudad sagrada para tres religiones, la parte antigua de Jerusalén se encuentra dividida en cinco secciones: un barrio árabe, un barrio judío, un barrio cristiano, un barrio armenio y la zona sagrada para todos ellos, el monte del templo.
Los muros que actualmente rodean la ciudad vieja fueron construidos en el siglo XVI por Solimán el Magnífico sobre las fortificaciones romanas.
Torre de David




Las murallas desde el exterior en el tramo de la llamada "Torre de David", que era la ciudadela de Herodes, hoy convertido en un interesante museo de historia.








Desde el punto de vista del turista, ¿que se puede decir de Jerusalén?, pasear por sus calles es una delicia. Mires donde mires verás edificios antiguos con calles empedradas pulidas por el paso de los caminantes y llena de reliquias de todas las culturas; Jerusalén es una reliquia en sí.
Pero también es una ciudad viva, con multitud de vendedores, de gente jugando a las puertas de los bares, niños transportando productos en carritos, judíos que acuden a sus escuelas talmúdicas, musulmanes dirigiéndose a las mezquitas, los camioncitos de basura dificultando el paso...
Es una ciudad muy segura, se ven abundantes cámaras de vigilancia (en algunas fotos se ven) y policías en varias calles.
Son muchas las fotos que pueden hacerse en Jerusalén, puedes consumir tarjetas a docenas y aún seguirás viendo algo nuevo. Las calles cambian con la luz, adquiriendo un aspecto diferente según sea la mañana o el atardecer, las calles vacías o llenas de vida.
Las fotografías que adjunto no reflejan ni mucho menos lo que ven los ojos, pero sirven para hacerse una idea, aunque no hay nada peor para fotografiar que las prisas.






"Aire de montañas, cristalino como el vino, 
y olor a pinos, llevado por el viento del atardecer con sonido de campanas y al descansar el árbol en la piedra, presa de su sueño, la ciudad se encuentra sola y en su corazón una muralla.












Se han secado los pozos de agua, 
la plaza del mercado está vacía, 
y no hay quien guarde el Monte del Templo 
en la ciudad antigua y en las cuevas en la roca laméntense los vientos, 
y no hay quien baje al Mar Muerto por el camino de Jericó.

















Pero al venir hoy a cantarte y a adornarte con coronas, soy el menor de tus hijos y el último de los poetas porque tu nombre quemaría los labios como el beso de un ángel, si te olvidase Jerusalén, Jerusalén de oro.














Hemos regresado a los pozos de agua, 
al mercado y la plaza, el shofar vuelve a sonar en el Monte del Templo en la ciudad antigua, y en las cuevas en la roca miles de soles brillan, bajaremos nuevamente al Mar Muerto por el camino de Jericó.
















Jerusalén de oro y de cobre y de luz, 
oh!, de todas tus canciones soy violín."


Jerusalén de oro
Naomi Shemer












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